23 marzo 2009

Ilusión Obstinada


De qué vale reconstruir con palabras
lo que el invierno se llevó
entre nubes y risas.

Junto con el viejo recuerdo
que una ilusión obstinada dañó,
estoy yo.

El sueño en la boca,
el incendio en la cama,
y la llamada en la noche...

Son lúgubres recuerdos
que van resbalando por mi memoria;
y sólo pienso: si por el camino de piedras
por donde pisas, de repente tropiezas 
con mi gata azul, tú y yo estaremos
llorando por un verdadero amor.