28 febrero 2009

Palabras de Refrán


Palabras, verdades, mentiras,
sombras hundidas,
lo que ves a diario, nada más,
¡la vida de todos los días!.

En ti vivo, respiro y muero.
Tus espíritus en mi abundan.
Ahora la tierra me envidia, por que
los dioses me concedieron tenerte.

¿Y mi profunda mirada?...
Un fuego que acompaña 
el fulgor de tu pecho:
sonido vibrante, audaz, 
con un alma dulce y tierna.

Atrevido de las manos, estrecharlas quiero,
besar tus ojos anhelo, destronarnos juntos
y descendernos a un abismo cielo,
donde todo a nuestro alrededor crece y no recelo.

Y si por broma tú preguntas:
¿yo dirijo?,
cuando mi pulso late más fuerte,
cuando mis canciones esperan por ti,
cuando sólo tú puedes inspirarme,
cuando nombras cada sílaba
y compartes lo que debes confesar,
cuando no respiras...

Es porque acompasadamente la amada
nombra los sonidos, y la cadencia
dice tanto que resuena como 
algo maravilloso en tu mágica existencia.

Si volteamos,
descubrimos un millón de sensaciones
ocultas en los pensamientos,
como una hazaña eterna e inmutable.

Dulces besos que anhelan 
ser más dulces todavía,
tener resplandor de éter, 
leerse en estrellas parpadeantes
y nacer en los labios de estos dos amantes
que se tornan sinceros, como palabras de refrán.

Fotografía: Susana Catalá Trujillo.
"Atardecer en la Selva Lacandona"