19 junio 2009

San Andrés Duraznal

En éste municipio de no más de 40 kms2, enclavado en las montañas de la Zona Norte del Estado y comunicado con Jitotol y Simojovel, la pobreza se mide en las costumbres de la gente y su entorno de vida, en la mirada triste de los niños menores de dos años y desnutridos.


Le pregunto a María que van a comer hoy y me contesta que solo Hierva Blanca con sal y tortilla seca, que levanta su marido mientras camina por las brechas elevadas para llegar a la parcela. Alex, su hijo de casi dos años, cuelga de su espalda mientras nos dirige una mirada débil, como débil está su cuerpo y alma. El niño sólo se alimenta de caldo de frijol, tortilla y leche de pecho. La papilla sabor mango que dan en la Clínica de la localidad no le gusta, sabe mal y está enmohecida, porque en San Andrés Duraznal llueve diez de los doce meses del año. Como llanto de Dios por haber inventado la pobreza. Aquí no hay posibilidad del maná. El niño no absorve nutrientes de su mamá, ella come frijol, con hierva y tortilla, pozol blanco y sal con chile. Hace una comida al día y, cuando puede, dos.

Su marido se ausenta todo el día, buscando trabajo y comida. El único ingreso es el programa de gobierno llamado Oportunidades y cuando se cobra el Procampo. Gastan 20 pesos a la semana en comida y toman agua hervida contaminada del río, que no tiene nombre, porque nadie ha podido pensar en uno. Caminan por brechas de lodo rojo, de arcilla, buena para la alfarería, pero nadie les ha dicho que el ingreso que podrían generar con trabajo manual se lo está llevando el río, en cada llovida.

Aquí una coca-cola de dos litros cuesta 18 pesos, un huevo 3.50 pesos, un engargolado 100 pesos y una sonrisa nada. La gente es amable, saluda al paso de extraños, nos recibe en su casa, nos invitan a echar tortilla con ellas, a la parcela con ellos. Al cumpleaños de la hija menor, a la venta de la hija mayor por 19 mil pesos, para poder casarse. Todos hablan tsotsil, visten su traje típico, no hay casa de cultura, pero llegó el internet. Al caminar por el pueblo recorres alturas desde 500 hasta 2,000 metros sobre el nivel del mar, en sólo 15 minutos de caminata. La señal de celular llega a la punta de la montaña más alta y las nubes son techo y alfombra para nosotros. Sueños por realizar para ellos.

Mutuamente nos miramos con curiosidad: ellos preguntan de donde venimos y nosotros queremos saber como subsisten. Cuentan con preescolar, primaria, secundaria y bachillerato. Tienen clínica y oficinas de gobierno. Teléfono, internet y sky, pero no hay comida en casa... ¿Qué hacer por ellos?

10 comentarios:

Javoc dijo...

conozco ese lugar.
que padre que hables de el.

saludos.

Unknown dijo...

Creeme que esta situación es igual al norte y al sur del Estado, en el lugar donde nací, en Huhuetan la foto es la misma y no vayamos lejos he vivido esto aquí en Tapa y no se si es culpa del gobierno, de la sociedad o simplemente de la gente.

Saludos!!

Shinji dijo...

mientras los maridos se van a trabajar las muchachas son poseidas por los "espititus" que emergen de los matorrales. eso dicen ellas...

saludos_!
:D

Serpiente sabor Sandía dijo...

Gracias por sus comentarios...!!!

Saludos

Tonalli: Casa del Sur dijo...

ni hablar, ni qué decir, pero es la realidad, eso que ni qué...

Serpiente sabor Sandía dijo...

Así es y estar ahí te pone la carne de gallina y te ayuda a valorar muchas cosas...

Rosalmor dijo...

En efecto, la geografìa toda, de este bellìsimo estado parece pintada con el mismo pincel...todos quisieramos hacer algo pero esa es su cultura...

Serpiente sabor Sandía dijo...

La miseria en Chiapas no sólo se carga en la mirada, el estómago y la vestimenta de su gente, sino también en sus políticos...

HUMBERTO HERNANDEZ dijo...

YO SOY DE SAN ANDRES Y LO DIGO CON MUCHO ORGULO ACTUALMENTE VIVO EN PUEBLO NUEVO SOLISTAHUACAN, SI QUIEREN SABER MAS DE MI PUEBLO HABLEN CONMIGO

NUESTROS NOMBRE SON:

HUMBERTO HERNANDEZ GOMEZ CEL: 9191094795
JOSUE HERNANDEZ HERNANDEZ CEL: 9191099660
ELISEO HERNANDEZ PORTILLO CEL: 9191040227
NOE HERNANDEZ PORTILLO CEL: 9191089943

espiralita dijo...

Hola yo también conozco el lugar, y comparto contigo ese sentir que el corazón se te encoge cuando ves los ojos, las manos y los piecitos de los niños, la claridad de pensamiento que tienen sus habitantes y su lejanía de lo más básico. Pero hay que comentar, también que a pesar de todo eso, ellos no se rinden, sonríen, trabajan y sobre todo luchan en comunidad por mejorar su calidad de vida. También hay que mencionar la majestuosidad de sus paisajes... Por eso necesitamos "Un mundo donde quepan muchos mundos"