Tu lengua en mis piernas resbala serena.
Me agito y grito un suspiro, deseo apagado.
Tus dedos tan dentro,
me frotan y queman y humedecen la tarde
de éste lluvioso verano,
al compás de relámpagos
y truenos que suenan,
los acompañan gemidos de cama.
Compañeros invisibles que acampan desnudos
esperando el reposo, para dar inicio
a otra tarde lluviosa de sexo
y promesas sin fondo, con palabras cortas
que dirigen y exigen cada vez más placer.
Extiendo mis brazos como mariposa,
con húmedos senos posados en tu boca,
mientras en mi cuerpo
abundan semillas maravillosas.
Me entrego completa,
lasciva a este río salado
donde quiero pernoctar...
10 comentarios:
Que más se puede decir ante semejante oración al erotismo, simplemente dejemos las palabras a un lado y gocemos con esas maravillas de la vida...
Podría gozar la muerte misma.... jajaja...
Saludos!!!...
Todos queremos Serpi...Bellìsimo...
Gracias por pasar por aquí!!!... saludos...
¡Bravo! Qué inspiración....
mmm... luego te digo algo en secretito... jijiji...
Haa me gustan tus poemas eróticos je, de ahí porque les hago cita.
Saludos!!!
Gracias por la visita, Athena... saludos!!!
Gulp!!!, Jesús María y José diría mi amigo Toñito. ¡qué bárbara mujer! ¡esos tus pensamientos!, ¿hace calor? jaja. Ta chido. Sos una atrevida vos, algún día me atreveré a escribir de esos momentos jiji. Saludos
Jajaja... era la intensión, hay que elevar la temperatura de la literatura... jijiji... hice verso sin esfuerzo... saludos!!!
Publicar un comentario