El eco de tu cuerpo
flota aún en mis venas.
Tu vendaval vibra en mi sangre,
y borra el pasado de la alfombra
que tendió mi luna adolescente.
El eco de tu boca
palpita con pasión sin horario.
Tu lengua se posa
mientras llega otro orgasmo,
en este sudoroso invierno
que anuncia el lugar
de tu nuevo hospedaje:
Mi cuerpo.
Aceleras la huida
a territorios de pasión y
permaneces estancado en mis arterias.
Navego en tu saliva
para descender a una ciudad distinta
a la que me transportan tus caricias.
Donde, eterna vivo para poder
beber el exótico canto de pasar
otra noche probando...
el eco de tu miembro salado.
3 comentarios:
Que erótico, se ruboriza uno al leerlo jaja, más en la última parte jiji :P
Saludos!! :D
pssss... una que es costeña, pué...
Gracias por pasar por aquí... saludos!!!
ejem....
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